Cuando una mujer se entera que está embarazada todas sus rutinas se ven forzadas a dar un completo giro, la alimentación es un gran ejemplo de ello ya que es primordial para el bienestar y el desarrollo del bebé. Sin embargo, tomar café es un hábito que muchas de las futuras madres disfrutan enormemente, y ésta noticia hace dudar de si tendrá algún riesgo en seguir con su consumo.
Existen muchos mitos que de inmediato se manifiestan alrededor de una embarazada, por ejemplo que se debe retirar por completo esta bebida ya que tiende a aumentar la presión de la sangre y el ritmo cardíaco. Es importante que se consulte con un profesional médico, habrá quién aliente a un consumo limitado o a su total abandono, pero esto sólo puede saberse con certeza de acuerdo con las características propias de cada cuerpo.
No hay evidencia suficiente que relacione el consumo de cafeína para provocar partos prematuros o abortos, en pequeñas cantidades no traerá problemas a un embarazo, ni tampoco para el desarrollo del bebé. Sin embargo, las investigaciones que están a favor del consumo moderado son bastante precisas en cuanto a la cantidad máxima bebible que va hasta los 200 miligramos diarios, esta medida equivale aproximadamente a la cafeína que contiene una taza de café.
Es importante tener en cuenta que la cafeína no sólo la encontramos en el café, pues también es equivalente a beber cuatro tazas de té o más de cinco latas de refresco al día, así como comer seis o siete barras de chocolate negro.
Si estás embarazada y eres amante del café, no hace falta que lo elimines por completo pero es importante que reduzcas su consumo con el fin de evitar daños y problemas, la cantidad recomendada no afectará tu salud ni la de tu bebé.
