El café se consume en casi todo el planeta, esto se debe a sus múltiples propiedades y su excelente sabor, además de que esta semilla tiene varios usos medicinales y aplicaciones curativas.
La cafeína, principal componente activo de la planta, tiene propiedades diuréticas y estimulantes sobre el sistema nervioso, produce un estado alerta o de concentración que evita la somnolencia. La mejor forma de aprovechar esta propiedad es mediante el consumo de infusiones de café, que se recomiendan beber después de las comidas pues ayuda con el proceso de la digestión.
Beber café de manera habitual ayuda a generar una estimulación en la eliminación de líquidos del organismo, debido a esto puede ser útil para el tratamiento de enfermedades como la cistitis, nefritis o las infecciones urinarias.
Las propiedades del café son cada vez más aceptadas por todos los profesionales, al menos en dosis moderadas, pues sus beneficios son muchos y cada vez se suman nuevos, como lo son: prevenir enfermedades degenerativas, retrasar el envejecimiento, controlar la diabetes, combatir el asma, prevenir la cirrosis hepática, controlar la depresión, reducir las cefaleas, favorecer a la mente y prevenir el cáncer de colon y recto.
Pero no sólo los granos de café tienen propiedades curativas importantes, sino también la propia planta, que se puede aplicar sobre heridas para problemas de infección de los ojos como la conjuntivitis o incluso en los tumores externos, para los que puede lograr cierta mejoría. Estos beneficios son menos conocidos pues la mayoría de nosotros ni siquiera hemos una la planta del café de forma natural.
No hay duda de que el café puede beneficiarte con sus múltiples propiedades, la clave está en no pasarse de la dosis recomendada para no sufrir los riesgos del consumo excesivo.
