Tomar café en las mañanas, tardes o noches se vuelve un hábito para muchas personas, el simple hecho de no consumirlo se vuelve una manifestación de tristeza e inclusive de ansiedad, provocando un sentimiento de vacío que no permite rendir al cien. Tal vez esto se deba a que el ingerir esta bebida, se ha convertido más en una necesidad que en un simple agrado por ella.
La cafeína, el ingrediente principal del café, ayuda a mantener al organismo activo, pues tiene características que la dotan y hacen considerarla como una droga, afecta al sistema nervioso, hace que el corazón palpite con más rapidez, aprieta algunos vasos sanguíneos y produce que algunos músculos se contraigan más fácilmente, aunque no siempre tiene el mismo efecto.
El no beber café, puede provocar en el organismo más cansancio y por lo tanto más sueño, que hace que se presenten constantes dolores de cabeza; síntomas que repercuten inmediatamente en la productividad. El aumento de antojos en comer dulce y hambre, son otras manifestaciones por la falta de cafeína en el cuerpo, recordando que muchos elementos como la coca y el chocolate están compuestos de ella.
Ingerir café de manera habitual no es tan malo como parece, moderar su consumo hace que estas consecuencias no afecten tan drásticamente en el rendimiento y desarrollo de las actividades diarias, encontrar un equilibrio al consumo de esta bebida, ayuda a prevenir graves enfermedades.
Las reacciones que el beber café causa en las personas, puede tener ventajas o desventajas, todo depende de la cantidad y frecuencia con que la consumas.
Si eres un amante de la cafeína y ya sientes que no puedes vivir sin ella, es mejor que tomes tus precauciones y comiences a trabajar en un control sobre su ingesta.
